El mejor momento para hacer ejercicio depende de muchos factores, como el horario de trabajo, las obligaciones familiares y los hábitos personales. Sin embargo, hay algunas recomendaciones generales que se pueden seguir para maximizar los beneficios del ejercicio y mejorar el rendimiento:
Mañana temprano: El ejercicio temprano en la mañana puede ayudar a aumentar el metabolismo y la energía durante todo el día. Además, puede ser una buena forma de establecer una rutina y asegurarse de hacer ejercicio todos los días.
Tarde: Muchas personas encuentran que el ejercicio por la tarde es una forma efectiva de reducir el estrés y la tensión acumulada durante el día. Además, hacer ejercicio después del trabajo puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y promover la relajación.
Noche: Si bien no es recomendable hacer ejercicio justo antes de dormir, algunos estudios sugieren que hacer ejercicio de baja intensidad en la noche puede ayudar a reducir el cortisol (la hormona del estrés) y mejorar la calidad del sueño.
En resumen, no existe una hora "perfecta" para hacer ejercicio, ya que depende de muchos factores personales y preferencias individuales. Lo más importante es encontrar un momento que funcione para ti y que puedas mantener como una rutina constante para obtener los beneficios del ejercicio a largo plazo.
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