miércoles, 3 de mayo de 2023

Hígado graso: Qué es y cómo se previene?



El hígado graso es una afección en la que se acumula grasa en el hígado. Esta condición también se conoce como esteatosis hepática.

El hígado graso puede tener dos formas: la esteatosis hepática no alcohólica (EHNA) y la esteatosis hepática alcohólica (EHA). La EHNA se produce cuando se acumula grasa en el hígado sin que haya una causa relacionada con el consumo de alcohol, como la obesidad, la resistencia a la insulina o la diabetes tipo 2. La EHA, por otro lado, se produce como resultado del consumo excesivo de alcohol.

El hígado graso es una afección que puede no presentar síntomas en sus primeras etapas, pero con el tiempo puede causar inflamación en el hígado y provocar una lesión hepática más grave, como la cirrosis o el cáncer de hígado.

Entre los factores de riesgo para el hígado graso se encuentran el sobrepeso u obesidad, la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2, los niveles altos de colesterol y triglicéridos en la sangre, y el consumo excesivo de alcohol.

El tratamiento del hígado graso incluye cambios en el estilo de vida, como seguir una dieta saludable y hacer ejercicio, perder peso y limitar el consumo de alcohol. En casos más avanzados, puede ser necesario recurrir a tratamientos médicos para tratar la inflamación y la lesión hepática.

Prevención:



Una dieta saludable y equilibrada es esencial para prevenir y tratar el hígado graso. Algunos alimentos que pueden ayudar a mejorar la salud del hígado y prevenir o tratar el hígado graso son:

Verduras de hojas verdes: como la espinaca, la acelga, la col rizada y la lechuga romana, son ricas en antioxidantes y otros nutrientes que pueden ayudar a reducir la inflamación en el hígado.


Frutas: como manzanas, naranjas, pomelos, fresas, arándanos y uvas, son ricas en fibra, vitaminas y antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación en el hígado.


Pescado graso: como el salmón, el atún, la trucha y el arenque, son ricos en ácidos grasos omega-3, que pueden ayudar a reducir la inflamación en el hígado.


Frutos secos: como las nueces, las almendras y las avellanas, son ricos en grasas saludables y antioxidantes que pueden ayudar a reducir la inflamación en el hígado.


Aceite de oliva: es rico en grasas saludables y antioxidantes que pueden ayudar a reducir la inflamación en el hígado.


Té verde: es rico en antioxidantes y otros nutrientes que pueden ayudar a reducir la inflamación en el hígado.


Granos integrales: como la avena, el arroz integral, la quinoa y la cebada, son ricos en fibra y otros nutrientes que pueden ayudar a reducir la inflamación en el hígado.

Es importante tener en cuenta que una dieta saludable y equilibrada es solo una parte del tratamiento para el hígado graso. Es necesario seguir las recomendaciones de un médico y realizar cambios en el estilo de vida para mejorar la salud del hígado.


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